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Raymundo Gómez, padre de Altagracia, se benefició de las privatizaciones del salinismo y del Fobaproa: historiador

Harim B. Gutiérrez, doctor en historia y profesor de la UAM Xochimilco, recordó que Raymundo Gómez Flores, padre de Altagracia Gómez Sierra, directora de Grupo Minsa y futura coordinadora del consejo empresarial de Claudia Sheinbaum, se benefició de las privatizaciones realizadas durante el gobierno de Carlos Salinas de Gortari, al adquirir la propia Minsa, el banco Cremi y la empresa Dina.

“El origen de la riqueza del grupo empresarial al que pertenece Altagracia Gómez no está exactamente en el gobierno de Salinas. Pero su entrada a las grandes ligas de la economía nacional es en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari por vía de las privatizaciones”.

“Empezamos en 1989, [cuando] el gobierno de Carlos Salinas decide que Dina –la principal fabricante de autobuses de pasajeros y camiones de carga en México a fines del siglo XX– va a ser una de las primeras empresas públicas que van a ser privatizadas en la gran venta que hubo de empresas propiedad del estado”.

“Un grupo empresarial, encabezado por Raymundo Gómez Flores, es el que ofrece entre 81 y 83 millones de dólares, comprando la fábrica que les permite convertirse en el principal fabricante de autobuses de pasajeros en México”.

Sin embargo, apuntó Gutiérrez en una entrevista con Julio Astillero, esta no fue la única privatización de la que se benefició. “En 1991, cuando se están vendiendo los bancos nacionalizados por José López Portillo, Gómez Flores compra por 743 millones de pesos el banco Cremi”, el cual quebró y fue liquidado en 2001.

“El gran golpe lo dieron en octubre de 1993, cuando el gobierno por fin vende Minsa. No era poca cosa, porque era una empresa que había logrado producir harina de maíz nixtamalizado que sirve para hacer tortillas. Hasta el día de hoy, Minsa es la empresa que se reparte, junto con Maseca, el mercado de la harina de maíz en México”.

El empresario de origen jalisciense financió, junto a otros empresarios de la talla de Emilio Azcárraga Milmo y Carlos Slim, la campaña presidencial del PRI en el proceso electoral de 1994.

A principios de 1993, “se realizó en casa del ex secretario de Hacienda, Antonio Ortiz Mena, una famosísima reunión, en donde el líder nacional del PRI en ese momento, Genaro Borrego, se reunió con los principales empresarios del país, tales como Emilio ‘El Tigre’ Azcárraga y Carlos Slim, a quienes se les solicitó una cuota de millones de dólares para apoyar la campaña presidencial del PRI […]. Uno de los empresarios que acudió a esa cena fue Raymundo Gómez Flores […] que fue uno de los que se comprometieron a apoyar con bastantes recursos la campaña presidencial del partido entre 1993 y 1994″.

Además, Gómez Flores fue beneficiario del Fobaproa, ya que el Estado Mexicano rescató de la quiebra a Cremi, y apoyó a solventar sus problemas económicos tanto a Dina como a la empresa de autobuses Estrella Blanca.