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Hijo de AMLO denuncia filtración de su número

José Ramón López Beltrán, hijo del presidente Andrés Manuel López Obrador, denunció en las primeras horas de este sábado la filtración de su número telefónico personal, lo que calificó como “una forma de venganza y un intento de hacer daño”.

La difusión del teléfono se registró luego de que López Obrador defendió la decisión que tomó al mostrar durante su conferencia matutina del jueves el teléfono de la reportera de The New York Times Natalie Kitroeff, quien elaboró un reportaje en el que sugiere que el presidente de México y sus hijos podrían estar involucrados con narcotraficantes.

«En las últimas horas, he sido objeto de un acto de invasión a mi privacidad, a través de la filtración de mi número de teléfono. Este acto, que entiendo como una forma de venganza y un intento de hacer daño, no solo me afecta a mí, sino que también pone en peligro a mi familia y a la seguridad que merecen».

López Beltrán acusó que la filtración de su teléfono no sólo lo afecta él, sino a la seguridad de su familia. Recordó que esta es la segunda vez que exponen su número personal, lo que se suma al acoso en los lugares donde ha vivido.

Sobre la difusión del número celular de la reportera Natalie Kitroeff, López Beltrán aseveró que fue consecuencia de la periodista, pues, según dijo, “expuso su número de teléfono pensando que el presidente respondería a sus calumnias llamándola”, de igual forma mencionó que el celular “ya era público en internet”.

El presidente mostró el jueves desde su conferencia matutina el teléfono junto al cuestionario que Natalle Kitroeff, jefa de la corresponsalía del The New York Times, le envió a través de su director de Comunicación Social, Jesús Ramírez Cuevas, para integrar sus respuestas en un reportaje donde se planteó que el gobierno de Estados Unidos buscó ligar mediante una investigación de 2018 a cercanos de López Obrador con el crimen organizado.

En la publicación, firmada por Alan Feuer y Kitroeff, se expuso que el gobierno estadounidense concluyó que no hay “ninguna conexión directa entre el propio presidente y las organizaciones criminales”.